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Viajes & Letras


Bergen, desde el corazón

Día 7:

He vuelto a despertarme en otro sofá.

Esta vez la cosa ha sido diferente. He tenido que meterme en el saco de dormir y procurar no caerme a cada vuelta soñadora. Y, sin embargo, me levanto pletórico tras la hazaña ayer realizada. Supongo que me debo sentir como todas esas abuelas que también llegaban a la cima del Preikestolen. Aunque quizá ellas se sientan más orgullosas, y con razón. Salud por ellas, nunca mejor dicho.

Hoy es el séptimo día (¿descanso divino?) y nos damos cuenta de que todavía estamos muy al sur si queremos alcanzar nuestro objetivo de llegar al norte del Norte.

Desayuno mañanero
Desayuno mañanero

El Norte, qué lejos suena eso desde aquí abajo.

Cargamos el coche y volvemos a rodar por la carretera 13. Ferry uno, Lauvak-Forsand. La carretera 13 es una de las 18 declaradas como Turísticas Nacionales en Noruega, algo así como decir que son especialmente destacables, ya sea por bonitas o por históricas. Más lo primero que lo segundo.

De verdad, no me acuerdo cuál era este fiordo
De verdad, no me acuerdo cuál era este fiordo

Seguimos ruta dejando atrás Jørpedal, Tau y Ardal. Apuntaros en este último pueblo una iglesia de madera de la edad media. Diez puntos para este pueblo perdido de la mano de Dios. Bueno, diez puntos para su iglesia, el pueblo si aprueba es gracias a que no cobran el aparcamiento.

Ferry dos, Hjelmeland-Nesvik. Supongo que para los habitantes de estos pueblos será difícil hacerse a la idea de una vida sin ferry si tenemos en cuenta que un tramo de diez minutos te puede ahorrar un par de horas de coche. A mí, cada vez que lo cojo, me entra la risa tonta al recordar el conocido anuncio alemán que decía “We are sinking!” (ya tenéis trabajo muchachos, buscad en Youtube, no os puedo dar todo hecho).

Sin bromas, ¿y qué pasa si este ferry empieza a escorar? He buscado los chalecos salvavidas. Lo bueno es que existen. Lo malo es que están metidos en un armario, en una habitación, a unos veinte metros de donde está mi coche. «Mantenga la calma en caso de hundimiento», rezan los carteles.

Ferry tres, Sand-Ropeid. Esto de coger ferrys tiene su aquel cuando es el primero, el segundo y, puede, el tercero. Lo que antes era bajarse corriendo del coche con la cámara en mano se ha transformado en un “creo que me voy al baño”, o “¿estos tipos venden café aquí?”, o peor “joder, ¿nos queda algo de salami por los asientos traseros?”.

Lo mismo es que está sobrevalorado, no lo sé. Lo que sí sé es que es una buena forma, y relativamente barata, de hacerse un “minicrucero” por los fiordos. Eso sí, glamuroso poco, poquito.

En el último ferry abandonamos la carretera 13 para enlazar con la 520 que nos llevará directamente hasta el primer destino del día, la cascada Svandalsfossen. El acceso al camino que nos lleva hasta ella está justo al borde de la carretera. Gracias Noruega, facilitar el acceso hasta la puerta, un placer. Y quizá sea por eso por lo que se le quita parte del encanto. Si la iglesia de Ardal se llevaba un 10, a esta cascada la apruebo por los pelos, y solo porque es la segunda que veo en el país.

Cascada Svandalsfossen
Cascada Svandalsfossen

Tachamos Svandalsfossen de la lista y ponemos rumbo Røldal donde volveremos a enlazar con la carretera 13. No esperamos mucho más de este tramo y, quizá por ello, lo que viene nos deja sin palabras.

El tramo de la 520 entre Sauda y Røndal es una carretera de alta montaña con su nieve, sus ovejitas por mitad de la vía y esos locos alemanes con sus caravanas haciendo que las cunetas supongan mi segunda casa en estas tierras. Una sucesión de curvas con lagunas, precipicios, refugios perdidos, paredes inmensas de piedra.

Senderos
Senderos

«Hearts of gold» de Neil Young suena en Radio Norge.

Con una leve versión del síndrome de Stendhal en el cuerpo seguimos rumbo hacia el norte, dejando por el camino fiordos, lagos y cascadas. Parece que nuestro objetivo de alcanzar hoy Bergen es claramente improbable, casi imposible.

La última parada de hoy será la cascada de Vøringsfossen. Dicen que es el lugar más visitado de Noruega. No lo discuto. Será por la tienda de souvenirs o el hotel al más puro estilo Twin Peaks. Si es por la catarata, estoy convencido de que hay alguna que otra cosa mejor en este país.

Otra cascada
Otra cascada

Se acabó. Hoy nuestro dormitorio será la naturaleza, por primera vez en el viaje haremos acampada libre. Hacemos una sopa caliente y a montar la tienda.

Alguien me dijo una vez que en Noruega puedes escuchar permanentemente el ruido del agua al caer desde lo alto de una cascada. Y es verdad. Maldita la gracia cuando lo que quieres es dormir.

Día 8:

Esta noche ha hecho frío, mucho frío.

Saco de dormir y manta.

Había metido dentro de la tienda la ropa térmica, pero no ha sido necesario. Son las siete de la mañana y ya es de día desde hace más de 4 horas. Esto no debe ser saludable.

Abro la tienda y me encuentro otro coche aparcado junto al nuestro. Matrícula alemana. ¿Qué sorpresa me tocará esta mañana? Avanzo cautelosamente hasta asomarme a su ventanilla. Lo que nos faltaba. Dos abuelas metidas en sacos de dormir. Por un momento se me pasó por la cabeza un pensamiento malévolo:

  • Pobrecitas, el cielo se las ha llevado en esta noche de frío.

Pero no, son alemanas, resisten el frío. Parece que se mueven. Al menos las botellas de vino las han dejado fuera del coche, para que estén fresquitas para el desayuno.

Café mañanero
Café mañanero

Hoy sí, hoy seguro que llegaremos a Bergen. Uno de los momentos clave. Nuestra primera semana de viaje.

Ferry uno, Brimnes-Bruravik. Pues eso, el primero. A las ocho y poco de la mañana. Buen momento para echar una cabezadita.

Hoy abandonaremos definitivamente la carretera 13 y saltaremos a la E16 en un recorrido de unas 3 horas de duración. Entre medias dejaremos Voss, ciudad de turismo de emociones fuertes, parapente, puenting (tranquilos, de momento no voy a hacer nada de eso), y situada entre montañas. Preciosa, desde el coche.

Estamos llegando a Bergen cuando leemos en la guía:

Iglesia de madera de Fantoft, quemada en 1992 por un adorador de Satán, y músico de heavy metal.

Está claro, esto no nos lo perdemos.

Bonita es ahora y bonita tendría que ser cuando estaba en pie. Lo que se visita es una reconstrucción en la que se han cuidado todos los detalles, incluyendo extintores y alarmas de incendios. La entrada vale 50 coronas. Es bonita de ver, pero lo único que queda de la original es la mitad de la puerta de entrada a la iglesia. Y qué gracia, por que el adorador de Satán está en la calle de nuevo.

Iglesia de Fantoft
Iglesia de Fantoft

Amigos, las llamas del infierno pueden volver a arder en cualquier momento, protejan sus iglesias.

¡Oh, Bergen! La bella Bergen. Con sus casitas de madera, su barrio antiguo, su renacida catedral, sus increíbles miradores, el mar bañando su costa…. y sus cruceros. Sobran las palabras, os dejo fotos:

Bergen I
Bergen I
Bergen II
Bergen II
Bergen III
Bergen III
Bergen IV
Bergen IV
Bergen V
Bergen V
Bergen VI
Bergen VI
Bergen VII
Bergen VII

Bergen nos ha durado 2 horas, y eso que el ticket del parking lo teníamos para 2 horas más. Da miedo.

¡Ålesun, allá vamos! Y por el camino nos quedamos…

Hoy nos daremos un capricho, dormiremos en un camping. Hemos encontrado uno de 3 estrellas. Es glorioso. Martin Parr estaría en su salsa.

8 respuestas a “Bergen, desde el corazón”

  1. […] Esta carretera atraviesa Ryfylke en un paisaje de alta montaña pero, sin embargo, es el hecho de no saber qué me iba a encontrar lo que hizo que su belleza llegara hasta el número 3 de esta lista. →  […]

  2. What are you sinking about? 🙂
    Todo muy bonito….incluidas las cascadas, las iglesias satánicas y las viejas durmientes!

    1. te mola eh? Tendría que hacer lo mismo sobre Dinamarca…cuántas historias se podrían contar eh?

  3. Joder Garnelo, es la primera vez que entro en el blog y , la verdad, está muy bien….mucha naturaleza, muchos pueblecitos, cascadas, etc…, Todo muy bonito….pero, no nos estás contando todo, verdad?.
    Por cierto, el nombre del blog es Garniellas de: Garnelo y ellas….no? Dónde están ellas…No las veo por ninguna parte….
    Ah, ya te he puesto en mis favoritos, para que no protestes…

    1. Lo que tienes que hacer es suscribirte, no ponerme en favoritos, que así te pierdes lo mejor de lo mejor…que vendrá… y dale saludos al Paquito de mi parte!

      1. Venga, vale, me suscribo…

  4. Ya pensaba que con tanto trasiego nos habías dejado de lado y ya no tenías tiempo para nosotros :-p Cómo eres, jodío, tanta belleza y tanta cascada ya hasta te cansa je je. Tenías que venirte un poco para tierras más áridas y aburridas, un viaje por Tierra de Campos. Y luego me contabas je je.
    Un abrazo. Y ojo con las abuelas, que las carga el diablo :-p

    1. De momento aquí sigo al pie del cañón…narrándoos el viaje en directo 🙂

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